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Mario Alberto Kempes, conocido cariñosamente como «El Matador», es una figura icónica en el fútbol argentino y mundial. Nacido el 15 de julio de 1954 en Bell Ville, provincia de Córdoba, Argentina, Kempes creció bajo la influencia de su padre, también un apasionado del fútbol, quien lo inspiró a seguir sus pasos desde una edad temprana.
Kempes comenzó su carrera en el club local de Bell Ville antes de unirse al Instituto Atlético Central Córdoba, donde su talento no pasó desapercibido. Su debut internacional llegó en 1973, y apenas un año después, a los 19 años, ya estaba representando a Argentina en la Copa Mundial de la FIFA de 1974 en Alemania Occidental. Aunque en ese momento no logró anotar, su presencia en el escenario mundial marcó el comienzo de una carrera llena de logros.
Después de su debut en la Copa Mundial, Kempes se trasladó a España para jugar en el Valencia CF, donde se convirtió en una de las figuras más destacadas del equipo. Fue el máximo goleador de La Liga en las temporadas 1976-77 y 1977-78, lo que lo posicionó como uno de los jugadores más temidos de Europa.
El año 1978 sería el punto culminante de la carrera de Kempes. En la Copa Mundial de la FIFA celebrada en Argentina, Kempes se convirtió en el héroe del equipo al anotar seis goles en el torneo, incluyendo dos en la final contra los Países Bajos. Su segundo gol en la final, anotado en el minuto 105 del tiempo extra, aseguró la victoria de Argentina por 3-1 y le valió el premio de la Bota de Oro como máximo goleador del torneo. Además, recibió la Bola de Oro como el mejor jugador del torneo, un logro que solo han alcanzado tres jugadores en la historia de la Copa Mundial: Garrincha en 1962, Kempes en 1978 y Paolo Rossi en 1982.
Una de las anécdotas más recordadas de Kempes durante el Mundial de 1978 es su polémico handball en un partido contra Polonia. Aunque el incidente generó críticas, Kempes continuó jugando y anotó el gol que decidió el partido. Este incidente, aunque controvertido, no empañó su brillante desempeño en el torneo.
Kempes era conocido por su fuerza, habilidad y capacidad para crear espacios en el campo. El entrenador César Luis Menotti lo describió como «un jugador que puede hacer la diferencia» y destacó su habilidad para jugar en la posición de delantero centro. Su estilo de juego, apodado «El Matador» por su habilidad para «matar» los partidos con sus goles, lo convirtió en un ídolo para los hinchas argentinos.
La victoria de Argentina en el Mundial de 1978, liderada por Kempes, tuvo un impacto profundo en la cultura futbolística argentina. Fue el primer título mundial para el país y marcó un momento de gran orgullo y celebración. Kempes se convirtió en un héroe nacional y su legado continúa inspirando a generaciones de jugadores y hinchas argentinos.
Después de su retiro como jugador, Kempes continuó involucrado en el fútbol. Entrenó equipos en Indonesia, Albania, Bolivia y Venezuela, y actualmente es un analista de fútbol y comentarista para ESPN Deportes. Ha participado en la narración de varios videojuegos de la serie FIFA y ha presentado su autobiografía en conferencias y giras por todo el mundo.
Kempes ha recibido numerosos reconocimientos por su contribución al fútbol. Fue nombrado Futbolista Sudamericano del Año en 1978 y figura en la lista de los 125 mejores futbolistas vivos del mundo, seleccionada por FIFA en 2004. Su legado como uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol argentino es indiscutible.
En su autobiografía, «El Matador», Kempes narra su historia con detalle, desde sus inicios hasta su conquista del Mundial de 1978. El libro ofrece una visión personal y emocionante de su carrera y es una lectura obligatoria para cualquier aficionado al fútbol que quiera conocer más sobre este legendario jugador.
Mario Kempes es más que un jugador de fútbol; es un símbolo de la pasión y el esfuerzo que caracterizan al deporte. Su legado continúa inspirando a nuevos talentos y recordando a las generaciones anteriores la magia del fútbol. «El Matador» sigue siendo una figura reverenciada en el mundo del fútbol, y su historia es un testimonio de lo que se puede lograr con dedicación y talento.